Autora: Amalia López Acera, community manager del SERVEF
Tanto si nos acabamos de quedar desempleados como si llevamos ya algún tiempo buscando empleo siempre hay algún aspecto que podemos mejorar tanto en nuestro curriculum como en nuestro perfil profesional. Aquí os dejo 10 consejos a tener en cuenta cuando estamos buscando empleo. El uso de una fotografía correcta, contar con un buen perfil en Linkedin o enviar nuestro curriculum en formato pdf pueden ayudar (que no es decir que sea determinante) para aumentar nuestras posibilidades como candidatos a una oferta de trabajo.
1) Crea una cuenta de correo electrónico específica para dedicarla a la búsqueda de empleo. Ten especial cuidado en:
- Evitar nombres o seudónimos que puedan restar credibilidad a tu imagen del tipolaratitapresumida@hotmail.es
- Simplifica tu cuenta de correo electrónico y elimina aquellos signos que pueden dar lugar a error; por ejemplo: carlos-garcia/santos@yahoo.es
- Lo mejor es utilizar tu nombre y apellido para que la persona que reciba el correo pueda identificarte rápidamente pero ten especial cuidado con las abreviaturas del tiposusanagcsd@wanadoo.es que pueden confundir a la persona que tenga que escribirlo y provoquen que no recibamos un correo electrónico.
2) Pon una buena foto en tu curriculum y en tu perfil. Una imagen vale más que mil palabras y la primera impresión que tengan de nosotros vendrá proporcionada en gran medida por la foto que insertemos tanto en nuestro curriculum como en nuestros perfiles de redes sociales. Tenemos que tener cuidado con:
- No utilizar fotos recortadas de otras fotos en las que aparezcan otras personas o partes de ellas.
- Evitar ropas demasiados informales como camisetas deportivas, ropas de colores o estampados chillones,etc. Es mejor optar por la sobriedad de una camisa blanca o traje de chaqueta con corbata para los hombres; y camisa y chaqueta de traje para las mujeres.
- En el caso de las mujeres huir del maquillaje excesivo, los peinados recargados o utilizar muchas joyas o complementos.
- Cuidado con los fondos que aparecen en las fotografías, utilizar el clásico fondo blanco.
- Es aconsejable utilizar la misma foto tanto para nuestro curriculum como para todas nuestras redes sociales lo que facilitará que nos puedan localizar.
- Intentar transmitir profesionalidad y seriedad a través de la foto.
3) Tener el teléfono móvil operativo. No es que tengamos que estar “disponible” las 24 horas del día, pero sí que tenemos que estarlo en las consideradas como horas normales de oficina, es decir, de 9-14:00h y de 17-20:00h de lunes a viernes. En el caso de que sepamos que no vamos a poder atender el teléfono es bueno optar por desviar el teléfono a un conocido para que pueda recoger el recado o bien tener instalada la función de contestador. Hay que tener en cuenta que una empresa no llama varias veces a un candidato cuando tiene muchos en donde elegir , por lo que podemos perder una oportunidad laboral si no nos localizan y sí que localizan a otro candidato.
Cuidado con los politonos de espera en los teléfonos móviles. Como hemos dicho antes la primera impresión es la que queda, por ello, el tener politonos de espera de móviles nos puede restar “credibilidad” y profesionalidad. ¿Qué imagen tendríamos si llamásemos al cirujano que nos tiene que operar y aparece un politono con un chiste de José Mota? Una vez que estemos trabajando en una empresa y ya nos conozcan y sepan que trabajamos bien y que el humor no tiene que estar reñido, en nuestro caso, con la profesionalidad, podemos utilizarlos.
4) Elaborar una agenda de búsqueda de empleo. Puede ser bien en formato digital o en un simple cuaderno pero es aconsejable que vayamos registrando tanto los curriculums que enviamos, como las entrevistas que hacemos o los contactos que entablamos. Es importante controlar cada contacto que establecemos para que en el caso de que nos llamen saber contestar con propiedad, no hay cosa que dé peor impresión para una empresa que cuando contestamos: “¿me puedes decir de qué empresa me llamas? He mandado tantos curriculums!!!”.
5) Pasar a formato pdf tanto nuestro curriculum como las cartas de recomendación, títulos, cursos, etc… Elegir este formato permite, por un lado, que nadie pueda modificarnos el mismo y lo que es más importante, con tantas versiones y programas de edición de texto puede ser que al enviarlo el destinatario no pueda leerlo correctamente descartándonos por ello del proceso de selección.
6) Tener disponible nuestro curriculum, cartas de recomendación, carnés, títulos, etc… en papel pero también en un pendrive que llevaremos siempre con nosotros y es aconsejable tenerlo también en alojamientos en la nube como Dropbox, Google Drive, etc. al cual podemos acceder rápidamente en el caso de que nos pidan enviarlo o tengamos que hacer una modificación.
7) Enviar siempre una carta de presentación o un texto al cuerpo del e-mail cuando enviemos nuestros curriculums. Una empresa recibe cientos de correos cada día y si no especificamos claramente para que se lo enviamos puede ser que termine en la carpeta de papelera. Y si presuponemos que cuando vean el curriculum sabrán que es para una oferta de trabajo, en el caso de que tuvieran varias, ¿sabrían ellos para la que estamos optando? Volvemos a repetir la máxima de facilitar siempre que los reclutadores nos puedan localizar. Si nosotros no dedicamos unos minutos en redactar un mensaje porque nos da pereza, ¿qué nos lleva a pensar que ellos se van a tomar la molestia en descifrar lo que nosotros queremos? Se irán directamente a aquellos candidatos que se lo pongan más fácil.
8) Abrirnos un perfil en Linkedin. Además de un curriculum en formato papel es necesario contar con las redes sociales como un canal más para darnos a conocer. La elección de una u otras redes sociales dependerá de nuestro perfil profesional y del objetivo que pretendamos con ellas, pero si hay una red social que no podemos obviar esta es Linkedin. Hoy por hoy es la red social profesional por excelencia y la mayoría de las empresas seleccionan a su personal a través de las mismas o tras haber consultado las mismas. Para una empresa no sólo es interesante conocer nuestra formación y experiencia laboral también el saber cuál es nuestra red de contactos o como interactuamos en diferentes grupos y a través de la información que le proporciona Linkedin puede declinar la balanza hacía aquellos que han conseguido haberse más “visibles” en su sector profesional o empresarial.
9) Recopilar cartas de recomendación y contactos e incluirnos en nuestro curriculum. Se calcula que el 65% de las ofertas de empleo se cubren por la red de contactos por lo que solicitar en aquellas empresas que nos vamos o nos despiden una carta de recomendación nos permite que las nuevas empresas puedan comprobar que todo aquello que decimos sobre que sabemos trabajar en equipo, somos disciplinados y tenemos ganas de aprender, efectivamente es verdad. Nos sorprendería saber el número de empresas que en las fases finales de un proceso de selección llaman a las antiguas empresas donde trabajaron los candidatos para informarse sobre los mismos.
10) Buscar asesoramiento en los orientadores de los servicios públicos de empleo. Aunque creamos que estamos haciéndolo bien es aconsejable que tanto nuestro curriculum, como nuestra estrategia de búsqueda de empleo, etc. sea revisado por un profesional de la orientación laboral. Los servicios públicos de empleo disponen de un equipo de orientadores profesionales que pueden ayudarnos de forma profesional y gratuita para ver si lo que estamos haciendo es correcto, ver cómo podemos mejorar algún aspecto o si nos pueden orientar hacía algunas alternativas o posibilidades que no hemos barajado. Además ofrecen talleres y charlas sobre cómo preparar una entrevista de trabajo, cómo encarar la búsqueda de empleo a través de internet, el uso de redes sociales, etc. aspecto que nos pueden ser de gran ayuda en la búsqueda de empleo.
Autora: Amalia López Acera, community manager del SERVEF