En momentos excepcionales, como el que estamos viviendo, puede ser interesante abrir una puerta a ideas, aparentemente, contraintuitivas, provocadoras, o contrarias, a priori, a lo que se supone que habría que hacer, incluso aunque pudieran ser inviables.
La situación, terrible, por la que hemos pasado (y de la que no hemos salido del todo), tiende a dejarnos parados, inmóviles, en un principio, pero luego, pasado un tiempo, produce el efecto contrario, y, una especie de sentimiento de culpa, nos hace movernos de forma frenética, como pollo sin cabeza.
No obstante, entre ambas “estrategias”, también cabe reservar un espacio para pensar mundos posibles, con la enorme ventaja de que mover las neuronas, causa menos problemas que cambiar los muebles de sitio, y es más barato.
A continuación, se proponen cuatro ideas (distintas), para abordar el cambio en los Espai Labora, a partir de la situación de pandemia que estamos viviendo; seguramente, como antes decía, resultarán impracticables o inadecuadas, pero creo que dedicarles unos minutos de atención, no puede causarnos un mal irreparable.
Primero las enunciaré, y luego les dedicaré un breve párrafo para esbozarlas:
1.No hace falta más atención telemática, sino más empatía: nos hemos refugiado en el teletrabajo huyendo del virus, porque no había otra, pero ahora hay que asentarse en el nuevo territorio (digital), y aprender nuevas formas de relacionarse.
2. Hay que cerrar los centros, para abrilos a las ideas: no necesitamos más horas de atención al público, sino más ideas para atenderle mejor; y eso necesita espacios, y tiempos, para la reflexión, para las propuestas, y la puesta en común, pero también para mirar fuera y aprender de otros (el siguiente punto, abunda en esta idea)
3. Menos salas de espera y más cafeteras (la oficina invertida): hay que juntarse en las oficina para diseñar estrategias, y marcharse a casa para ponerlas en práctica: síncrono y asíncrono, no tienen por que equipararse a presencial y telemático, repectivamente.
4. No hay que teletrabajar para conciliar, hay que teletrabajar para ser más efectivos: vincular teletrabajo y conciliación, desenfoca el problema; lo importante es diferenciar entre puestos, y no (solo) entre personas, porque el teletrabajo es una forma de organizar el trabajo, para mejorar la prestación de servicios, y no (solo) un derecho, y mucho menos un derecho (solo) de algunos.
No sé si estas ideas provocarán algún debate, pues igual ni siquiera lo merecen, pero lo que sí que tengo claro, es que en Labora necesitamos ideas para afrontar el futuro, y no podremos tenerlas si no abrimos las puertas pero, sobre todo, para que corra el aire (de las ideas)
Pedro Valero
Espai Labora de Silla
¿Es la hora de las ideas en Labora?
Publicado en LABORA.