
Su carácter híbrido les convierte en una herramienta fundamental para mejorar la vida profesional y personal de muchos colectivos
El desempleo sigue siendo, lamentablemente, una realidad que hay que minimizar en general, y en nuestro territorio, en particular, y los talleres de empleo devienen una herramienta fundamental para conseguir este objetivo.
Se trata de un programa mixto que combina formación y empleo, por lo que potencia el conocimiento y el aprendizaje y consolida la inserción laboral.
Se conceptúa como un proyecto temporal, habitualmente de doce meses de duración, y está dirigido preferentemente a personas de más de 18 años que son demandantes de empleo o estar inmersas en situación de mejora de empleo.

Dirigidos a personas que buscan trabajo y acuden a los procesos de selección con el objetivo de ampliar su aprendizaje en un entorno con un nivel formativo al alza y con una competencia creciente generalizada, los talleres de empleo facilitan la orientación laboral de personas a las que les está siendo complicado acceder al mercado de trabajo.
Los procesos se vertebran favoreciendo a colectivos vulnerables por circunstancias tales como ser mayor de 45 años, desempleados de larga duración, personas con diversidad funcional, víctimas de violencia de género o personas con baja cualificación, entre otras situaciones, quienes firman un contrato de formación en alternancia con el empleo.

Como es sabido, en los últimos tiempos, las soft skills o habilidades blandas como las competencias personales y sociales y la actitud ganan peso en la empleabilidad de las personas por lo que, junto a la ampliación del conocimiento, trabajar de forma transversal en este sentido se ha convertido en una práctica de los talleres de empleo en sus distintos Certificados de Profesionalidad.
Estos proyectos pueden ser solicitados por los ayuntamientos y las Mancomunidades, lo que nos da una idea de la dimensión de la iniciativa y de la repercusión que tienen para facilitar la consolidación del objetivo prioritario de Labora: potenciar la inserción laboral.
Cada entidad beneficiaria diagnostica las necesidades y demandas de su zona y en función de las mismas solicita impartir los Certificados de Profesionalidad en las distintas y variadas temáticas desde la promoción turística; la atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales o en el domicilio; mediación comunitaria; dinamización de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil hasta mantenimiento del motor y sus sistemas auxiliares; de vehículos híbridos y eléctricos o de limpieza de superficies y mobiliario en edificio y locales, por citar algunos de los múltiples ejemplos de certificados que se ofrecen.
Una vez impartidos los contenidos teóricos del Certificado de Profesionalidad y con la perspectiva de acercar el empleo a las personas, el taller de empleo incluye una parte de actividad laboral que se desarrolla en centros de trabajo incluidos en el área de actuación y que se convierte en un reto para el alumnado trabajador, pudiendo aplicar los conocimientos teóricos a la realidad.
Este período es perfecto para acumular experiencia, afianzar la formación académica, tener una visión global del funcionamiento de las dinámicas laborales y mejorar el bagaje profesional a la vez que permite un crecimiento personal y un aumento de la autoestima que redunda en una mejor actitud en la búsqueda del empleo.
MARIA ESTHER PALLARDÓ PARDO
Directora del Taller de Empleo del Alto Palancia